La inmigración
italiana
Al
amparo de la Constitución de la Nación Argentina llegaban los hombres
del mundo, los inmigrantes, en vigorosas oleadas de españoles e
italianos. Se había dictado la Constitución para constituir la unión
nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a
la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los
beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y
para todos los hombres del mundo que quisieran habitar en el suelo
argentino.
Por ese tiempo se inició una vigorosa política de inmigración de italianos, se crearon organismos, se sancionaron normas como la ¨Ley Avellaneda¨, porque, en mi opinión, la oligarquía rural necesitaba mano de obra barata. El historiador siciliano Gaetano Falzone recuerda que solamente en 1905 emigraron desde Sicilia hacia América 120.000 sicilianos, dato con el cual destaco la relevancia de este aporte humano. Probablemente, esto nos induce a pensar que este fuerte influjo histórico ha puesto una impronta en el modo de ser del argentino y, con mayor razón, en quienes somos descendientes directos del las gentes del mediodía italiano: Hábitos, costumbres, gestos, idioma, vida afectiva, estilos y modalidades, todo lo cual reflejé en un artículo que intitulé ¨Cosas de Argentinos y Sicilianos¨. Se extendió el flujo a la literatura, a la poesía popular, cuando no a la gauchesca, al sainete, a la letrística tanguera. De tal modo que el personaje de uno de los cuentos de Verga se asemeja a otro de una milonga argentina, alrededor de la muerte, del homicidio por infidelidad conyugal. Alcance del influjo
idiomático
El
Italiano ejerció una notable influencia en la formación del lunfardo,
en la Argentina, y muchos italianismos lunfardos se han difundido en
otros países de América, dice M.L.Wagner, citado por Enrique Ricardo
del Valle, en su ¨Lunfardología¨.
Uno de los aspectos que analiza del Valle es el de la gastronomía y
cita algunos ejemplos:El mismo del Valle, al referirse al préstamo cultural y al préstamo lingüístico, recuerda que la integración socio-cultural de los habitantes de esta parte de América se realiza con el aporte de gran cantidad de población de Europa Meridional, arribando a nuestras playas las colonias de inmigrantes que partiendo de Piamonte, Lombardía, Liguria, Emilia, Campania, Basilicata, Apulia, Calabria, Cerdeña, Nápoles, Génova, Milán, Venecia, Bologna, Reggio, Catanzaro, etc., trajeron consigo una cultura y un status social. Antipasto,
aceituna scaciatta, longaniza calabresa, mozzarela, sopressatta,
berengenas al funghetti, mortadela, minestra, minestrina, busecca,
ministrón, cappelletti in caldo; pastasciutta, spaghetti,
maccheroni, fusilli, raviole (Piamonte ravioli), canneloni,
cappelletti, mostachole (rigatoni), vermicelli, tagliarini, agnellotti,
(Piamonte agnulot), lazagna, pasta a la cafone, pesto, tuco, gnocchi;
pesciolini fritti, longaniza rostuto, bife a la pizzaiola, milanesa a
la Nápole, chivito a la calabresa, mozzarella in carrozza, filoscio de
mozzarella, ricotta a la romana, risotto, ministrone, polenta, osso
bucco, polli allo spiedo, pomodoro (pummarolla), ciuppin, cima, torta
de Pasqua o pasqualina, pizza, fainá, fugazza; quesos cuartirolo,
provolone, fontina, gorgonzola, Bel Paese, mascarpone, parmesano,
reggiano, cacioccavallo. Podríamos agregar muchisimo más a la lista y
también bebidas y plantas y cultivos, productos del mar y de la tierra
en general.
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